En Villa Carlos Paz, el estudio Viola Di Benedetto apostó por un diseño innovador con hormigón visto blanco, un material que no solo exige alta precisión, sino que también redefine la estética de la obra.
El edificio, con su imponente estructura, destaca por su cáscara de hormigón blanco, que se aleja del gris convencional. Para lograr este acabado único, se utilizó un hormigón especial con cemento blanco y una dosificación precisa, que permitió obtener un tono blanco crema, uniforme y resistente. Este hormigón no solo destaca por su apariencia, sino también por su resistencia, lo que garantiza la durabilidad de la obra a lo largo del tiempo.
El proyecto fue un verdadero desafío arquitectónico, donde la precisión y la técnica fueron clave para conseguir una estructura impecable. El uso del hormigón visto, junto con un proceso de vibración controlada para evitar imperfecciones, garantizó un acabado perfecto. Este trabajo desafió los límites de la arquitectura local, y el resultado no solo eleva la estética de la ciudad, sino que también establece un nuevo estándar en diseño y calidad en la construcción.