El proceso de fraguado y endurecimiento del hormigón consiste en una serie de reacciones químicas que, como todas, se ve drásticamente afectado por la temperatura. Así, nuestros hormigones se verán muy influenciados por la temperatura ambiente y por su propia temperatura de masa. Entonces ¿Qué debemos hacer si deseamos que el hormigón desarrolle las resistencias deseadas? En una primera instancia nosotros garantizamos el diseño y elaboración para que ya en obra tengan en consideración el factor “agua” y luego el curado del mismo.
En este punto, también es importante que definamos qué entendemos por “tiempo frío”:
Se consideran varias circunstancias, como tres días consecutivos en los que la media de las temperaturas máxima y mínima sea inferior a los 5ºC, o días en los que la temperatura no supere los 10ºC durante más de la mitad del mismo.
Pero ¿Qué sucede si necesitamos proteger el hormigón de las bajas temperaturas?
Acá te dejamos una serie de recomendaciones para que tengan en cuenta.